La creciente complejidad de los requisitos normativos y legales del sector financiero ha supuesto que el sector bancario y en general, todo el sector financiero, se vea obligado a combinar procesos manuales con sistemas automatizados. La entrada en vigor de las regulaciones estadounidenses Know Your Customer (‘conocer a tu cliente’) y Anti Money Laundering (AML, ‘antilavado de dinero’) impusieron nuevas exigencias para los bancos. 

Sin embargo, todavía hay dificultades debidas a la inercia. Por ejemplo, el informe “State of Global AML Compliance” que realizó Thomson Reuters indicó que el 73 % de las instituciones financieras está utilizando procesos manuales para cumplir con las regulaciones AML.

Claro está que se necesita encontrar soluciones como las que da Complif para que los procesos sean más eficientes y ágiles y que, además, ayuden a mitigar los errores de los procesos manuales. 

Aunque es difícil proporcionar datos y cifras específicos sobre la eficiencia de las empresas con procesos de cumplimiento optimizados en comparación con aquellas que todavía lo hacen de forma manual, ya que depende de muchos factores, en general, se ha demostrado que la automatización y la optimización de los procesos de cumplimiento pueden tener varios beneficios para las empresas.

De acuerdo con estimaciones internas elaboradas por Complif, una empresa que dispone de sus procesos vinculados con compliance automatizados de punta a punta ahorra un 80 % de tiempo. Además, podemos mencionar los siguientes beneficios:

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• Ahorro de tiempo y esfuerzo: La automatización de los procesos de cumplimiento puede reducir la cantidad de tiempo y esfuerzo que se dedica a la realización de tareas manuales, como la revisión y el seguimiento del cumplimiento manual o el monitoreo de operaciones.
• Mayor eficiencia: La automatización de los procesos de cumplimiento puede mejorar la eficiencia de la empresa al permitir que los empleados se centren en tareas de mayor valor añadido en lugar de tareas repetitivas y de bajo valor.
• Mayor precisión: La automatización de los procesos de cumplimiento puede reducir el riesgo de errores humanos y mejorar la precisión de los procesos, por ejemplo, cuando se trata de cruzar datos para conocer a los clientes.
• Mayor transparencia: La automatización de los procesos de cumplimiento puede mejorar la transparencia y la trazabilidad de los procesos y permitir una mayor visibilidad en la toma de decisiones.

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Dicho de otro modo, la automatización y la optimización de los procesos de cumplimiento pueden tener un impacto positivo en la productividad y eficiencia de la empresa y ayudar a garantizar el cumplimiento de las regulaciones y normativas aplicables de manera más eficiente y precisa.

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¿Cuál es el estado general de la cuestión en Compliance Officer?

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Desde enero 2014 hasta el 31 de agosto de 2021, 10 países concentran el 85,7 % de flujos financieros, siendo los Estado Unidos quien encabeza la lista con un 36,42 %, seguido por China con el 13,18%, y luego Panamá y Colombia, con un  porcentaje aproximado del 7 %, y el resto mantiene un porcentaje por debajo de 5,23 % a 2,53 %. De estos países, el mayor flujo financiero saliente se da en China y en Colombia, con 65,31 % y 69,59 %, respectivamente. Mientras que los países con mayor flujo entrante son Estados Unidos, España, Holanda, Rusia e Italia, que sobrepasan del 60 % (informe de la OEA). Más allá de las comparativas, Colombia se posiciona en un lugar privilegiado dentro de Latinoamérica en lo que respecta a flujos financieros, y por este motivo, se abren muchas puertas para mejorar el sistema.

En Colombia, las matrices de riesgo y los perfiles transaccionales son herramientas utilizadas en el contexto de la prevención de lavado de activos y la financiación del terrorismo (PLAFT). Estas herramientas se utilizan para evaluar el riesgo de que una transacción o actividad pueda ser utilizada para el lavado de activos o la financiación del terrorismo y para identificar las transacciones o actividades que pueden requerir una mayor vigilancia o una mayor due diligence.

Asimismo, en Colombia, las matrices de riesgo financiero son una herramienta utilizada por las entidades financieras para evaluar y gestionar los riesgos asociados a sus actividades y a sus clientes. Estas matrices se elaboran siguiendo un proceso que incluye la identificación y la evaluación de los riesgos, el establecimiento de medidas de gestión y la priorización de los riesgos.

Las entidades financieras en este país están reguladas por la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), que establece un marco regulatorio para la gestión de riesgos y exige a las entidades financieras que tengan en cuenta el riesgo en sus actividades y en sus decisiones de inversión. Por tanto, es importante que las matrices de riesgo financiero sean adecuadas y cumplan con las exigencias regulatorias.

Las entidades financieras también pueden utilizar herramientas de evaluación de riesgos como el Modelo de Evaluación del Riesgo del Deudor (MORD) o el Modelo de Evaluación del Riesgo del Inversionista (MOREI) para evaluar el riesgo de sus clientes y tomar decisiones sobre cómo gestionarlo. Estos modelos se basan en la información financiera y crediticia de los clientes y en otras variables para evaluar el riesgo de impago o de incumplimiento de obligaciones.